Techar y habitar, no es lo mismo

¡Buenos días!

En el nuevo real estate latinoamericano, los edificios escuchan, los barrios conversan y los hogares evolucionan con sus habitantes. Durante nuestra cobertura en México, entendimos que los desarrollos inmobiliarios apuestan por algo más profundo que la arquitectura: construir comunidad, anticipar deseos y mejorar la vida cotidiana. Te lo contamos en nuestro primer análisis.

Además, en esta edición encontrarás una entrevista exclusiva con Carlos Betancourt, director ejecutivo de la Cámara Latinoamericana de Centros Comerciales, que profundiza en el modelo del centro comercial latinoamericano.

Nos reencontramos el próximo mes.

 
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María José Aresti
El latido urbano: innovación que transforma el real estate
457 palabras | 2 mins de lectura

La innovación inmobiliaria en Latinoamérica está transformando la forma en que se diseñan y viven los espacios urbanos. Desde la experiencia del usuario hasta el desarrollo comunitario. Este cambio redefine el desarrollo inmobiliario regional con un enfoque centrado en las personas y sus necesidades.

Cómo funciona. La experiencia del usuario en proyectos inmobiliarios es clave para satisfacer demandas actuales y futuras. Entender el comportamiento, preferencias y cambios generacionales impacta directamente en la calidad de vida y el éxito del negocio.

  • “La industria inmobiliaria debe escuchar al usuario y adaptarse”, menciona Tobías Contreras, gerente de Sustentabilidad de Vinte. La experiencia es el eje para mantener la relevancia en un mercado competitivo.

  • Incorporar tecnología y análisis de datos permite anticipar tendencias y adaptar los proyectos a distintos perfiles y etapas de vida.

  • Personalizar espacios y servicios genera comunidades sólidas, aumenta la permanencia y maximiza el valor del inmueble para residentes e inversores.

En el radar. El desarrollo de comunidades verticales y horizontales incorpora experiencias de convivencia y seguridad, adaptadas a las nuevas formas de vida. Estos buscan recuperar vínculos sociales y ofrecer infraestructura para la vida cotidiana.

  • El diseño urbano contempla privadas o “clúster” con acceso controlado que favorecen la seguridad y promueven el encuentro social entre vecinos.

  • Se integran áreas verdes, deportivas y comerciales para facilitar actividades diarias, impulsando un estilo de vida integral y autosuficiente.

  • La administración digital de comunidades mejora la comunicación, controla cuotas y mantiene servicios esenciales, asegurando una convivencia armónica y ordenada.

Ecos regionales. En Colombia, los megaproyecto inmobiliarios son de uso mixto para crear ecosistemas autosuficientes. La segmentación precisa del mercado permite adaptar ofertas a diferentes grupos etarios y estilos de vida, garantizando permanencia y satisfacción.

  • Más de 15 000 personas usan estos ecosistemas diariamente, donde se busca ofrecer una “mini ciudad” con gastronomía, zonas verdes y transporte integrado.

  • Según Andrea Gallego, commercial VP de Terranum, el análisis de perfiles y necesidades de los usuarios permite ajustar el mix comercial y corporativo: “Facilita la experiencia y bienestar”.

  • Se promueve la permanencia y reducción de rotación mediante espacios que invitan a la interacción, colaboración y vida comunitaria, vitales para la retención corporativa.

Lo que sigue. El futuro del desarrollo inmobiliario en Latinoamérica apunta a viviendas eficientes, conectadas y sostenibles. Este enfoque impulsa a los compradores a valorar no solo metros cuadrados, sino también la calidad y eficiencia del inmueble.

  • Incorporar dispositivos inteligentes permite a los usuarios monitorear su consumo energético y tomar decisiones conscientes para reducir gastos y huella ambiental.

  • La demanda crece hacia inmuebles certificados que garanticen eficiencia, confort y ahorro, marcando una evolución en el comportamiento de compra.

  • El sector apuesta por viviendas “vivas” y conectadas, que integran tecnología para optimizar recursos y fomentar un estilo de vida más sustentable y responsable.

 
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Por: María José Aresti

Los centros comerciales han evolucionado más allá del consumo, convirtiéndose en espacios de encuentro, comunidad y servicios esenciales para millones de personas. Carlos Betancourt, director ejecutivo de la Cámara Latinoamericana de Centros Comerciales, enfatiza que estos espacios cumplen un rol social clave.

¿Existe una identidad latinoamericana en los centros comerciales o cada país tiene su propia lógica?

—Esto está clarísimo. Nosotros venimos hablando desde hace años del centro comercial al estilo latinoamericano. El modelo norteamericano es otro: es puramente transaccional. En EE. UU., si vas a un mall, compras. No existe otra lógica.

En cambio, en la región los centros comerciales son espacios de comunidad. Vamos a ver amigos, caminar, hacer reuniones, incluso a pedir matrimonio. Son parques gratuitos y seguros en ciudades donde la calle puede ser hostil.

Las familias resuelven su día a día en los centros comerciales. Son espacios de convivencia, más que de compra. Claro que hay transacciones, pero no es lo principal. Puedes estar sin comprar nada, y nadie te dice nada.

En Latinoamérica, los malls funcionan como lugares para convivir.

¿Qué visión tienen los grandes inversionistas sobre los centros comerciales en Latinoamérica?

— En general, ven oportunidades enormes. Este es un mercado que se transforma, y que requiere entender qué cambios hacer y qué incorporar.

Los centros comerciales de antes eran solamente eso: comerciales. Hoy, al incorporar oficinas, salud, educación, se generan flujos naturales de personas. Es una comunidad viva que ha reemplazado a la plaza central.

Antes, alrededor de la plaza estaban los edificios clave de la ciudad. Hoy, ese centro de vida es el mall: ahí haces diligencias, comes, te encuentras con otros.

¿Cómo evalúas el estado actual del mercado de centros comerciales en Guatemala?

— Me impresionó muchísimo la calidad de sus centros comerciales. Es la joya escondida de Latinoamérica en esta industria. Eso es lo que representa Guatemala.

Tener un Congreso aquí es una oportunidad para mostrarle al continente lo que hay. Es un país con desarrollos potentes, que merecen reconocimiento. Cuando se habla de centros comerciales, uno piensa en México, Brasil, Chile o Colombia. Pero Guatemala debería estar en ese grupo.

¿Cómo describirías la evolución del sector de centros comerciales en Colombia durante los últimos cinco años?

— En los últimos cinco años, desde la pandemia hasta hoy, la industria experimentó un cambio profundo en su lógica de crecimiento. Desde 2003 se vivió una etapa de expansión intensa, que se extendió por unos 15 años.

Durante ese tiempo se construyeron 180 de los 265 centros comerciales que existen actualmente. Sin embargo, para 2018 se anticipaba una etapa de consolidación. El mercado debía absorber todos los metros cuadrados nuevos que habían ingresado. Esto implicaba un freno en el ritmo de nuevos proyectos.

La pandemia interrumpió esa dinámica, complicando aún más el cierre financiero de nuevos desarrollos por el alza en tasas de interés y el encarecimiento de materiales. Hoy, el sector sigue con pocos proyectos nuevos, pero ha habido un auge significativo en ampliaciones y remodelaciones. Por cada nuevo proyecto, ahora hay al menos diez remodelaciones.

Esto confirma que estamos en una fase de madurez. Se han alcanzado niveles de ocupación previos a la pandemia (93 %). Ha sido un periodo de reinvención.

¿Existe algún tipo de centro comercial con más oportunidades de desarrollo?

— Depende del país. Cada uno vive un momento distinto. En Ecuador, por ejemplo, se están desarrollando nuevos centros. En Panamá o Colombia, el enfoque es renovar los existentes.

En Colombia estamos viendo pequeños malls gastronómicos, de 4000 o 5000 metros cuadrados, con un 70 % de oferta en gastronomía.

También están los malls de conveniencia: una evolución de la tienda de barrio, pero formal, organizada y cercana. Cada ciudad tiene su lógica. Lo importante es entenderla, llegar con el proyecto correcto, identidad adecuada y marcas apropiadas.

No se trata de imponer una idea. Si haces eso, te estrellas.

Puedes leer la entrevista completa en este enlace.

 
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UN MENSAJE DE RESEARCH & PLANNING
Anticiparse al mercado en lugar de reaccionar

En mercados dinámicos, cada decisión estratégica exige una comprensión profunda del consumidor. Hoy, interpretar datos ya no es una ventaja competitiva: es una condición indispensable del liderazgo. En Centroamérica, Research & Planning ha forjado una reputación sólida entre las empresas más exigentes.

Por qué importa. En la medida en que una empresa puede anticipar patrones de comportamiento, ajustar su propuesta de valor y tomar decisiones informadas, mayor es su resiliencia y su crecimiento.

  • Las metodologías de Research & Planning permiten captar señales del mercado que otros simplemente no ven.

  • Así, las empresas minimizan riesgos, optimizan sus presupuestos comerciales y toman decisiones en tiempo real con mayor certeza.

  • El consumidor centroamericano no responde igual en cada país, ni siquiera dentro de una misma generación. Por eso, los equipos de liderazgo necesitan datos afinados por región, edad y contexto digital.

Lo que sigue. Los próximos años marcarán la diferencia entre quienes reaccionan y quienes se adelantan. La diferencia estará en la interpretación, no solo en la recolección de datos.

  • Research & Planning colabora con marcas líderes para transformar datos complejos en decisiones comerciales con impacto directo.

  • Las empresas que apuestan por decisiones basadas en datos ya no compiten por sobrevivir: compiten por liderar mercados cada vez más exigentes.

  • Para más información, puede ingresar a su sitio web, llamar al +502 2213-0000, visitar sus oficinas en 7ª Avenida 12-25, Zona 9, Edificio Etisa, Nivel 1, o escribir al correo electrónico [email protected].

 
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Braulio Palacios
INSURE Act: ¿Quién asegura cuando nadie quiere hacerlo?
442 palabras | 2 mins de lectura

Con desastres naturales cada vez más frecuentes y costosos, el sistema de seguros de vivienda en EE. UU. enfrenta presiones crecientes. La INSURE Act busca crear un reaseguro federal para apoyar a las aseguradoras ante pérdidas catastróficas, estabilizar el mercado y proteger la continuidad de la cobertura para millones de propietarios.

Por qué importa. La frecuencia de incendios, inundaciones y tormentas ha alterado la dinámica del seguro de vivienda, afectando tanto a consumidores como a empresas. Esta nueva legislación intenta responder a un entorno de mayor volatilidad.

  • Aseguradoras como State Farm y Allstate suspendieron nuevas pólizas en California, citando riesgos financieros asociados al clima.

  • En zonas de alto riesgo, las primas han aumentado muy por encima de la inflación, reduciendo la asequibilidad de la cobertura.

  • Según Amy Bach, de United Policyholders, el mercado enfrenta una “crisis sin precedentes” que ha dejado a miles de hogares sin opciones viables.

Cómo funciona. La INSURE Act establece un programa federal de reaseguro de catástrofes para respaldar a las aseguradoras ante eventos extremos. Su implementación será gradual y contará con mecanismos de evaluación y monitoreo del riesgo.

  • El programa cubrirá en fases perils —peligro o riesgo— como incendios, huracanes, inundaciones y eventualmente terremotos, mediante acuerdos entre aseguradoras y el Departamento del Tesoro.

  • Las compañías deberán participar en iniciativas de mitigación de riesgos con los asegurados, como mejoras estructurales o prácticas preventivas.

  • La legislación contempla un sistema de primas técnicas y ajustes trimestrales según la exposición al riesgo de cada aseguradora participante.

Punto de fricción. El proyecto ha generado debate en distintos sectores de la industria financiera y aseguradora, especialmente por el contexto en que se propone y por la figura de su principal impulsor.

  • La propuesta surge tras eventos severos como los incendios de Palisades y Eaton, que provocaron pérdidas por más de USD 50 000M solo en California.

  • El senador Adam Schiff, autor del proyecto, ha sido cuestionado por conflictos de interés vinculados a propiedades aseguradas en Maryland.

  • Las autoridades analizan cómo coordinar este nuevo modelo con los programas existentes como el NFIP y los fondos de emergencia de FEMA.

Lo que sigue. La INSURE Act aún debe superar el proceso legislativo. De aprobarse, representaría un cambio relevante en el diseño de gestión del riesgo para el sector inmobiliario y financiero de EE. UU.

  • Se contempla la creación de un fondo de reubicación para viviendas que se vuelvan inasegurables debido al riesgo climático.

  • También incluye un programa piloto de pólizas multianuales, que daría mayor previsibilidad a los propietarios y limitaría cancelaciones abruptas.

  • El enfoque técnico y gradual de la ley permitirá monitorear su impacto real en el mercado asegurador, antes de ampliar su cobertura total.

 
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